El municipio de Cártama se ha convertido esta semana en epicentro de la participación infantil y juvenil en la provincia de Málaga con la celebración del IV Encuentro Provincial de Consejos Locales de Infancia y Adolescencia, que reúne a más de 70 niños y jóvenes bajo el lema “¡La violencia destruye, el respeto construye!”. Organizado por la Delegación Territorial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Cártama, este evento tiene como objetivo promover la reflexión, el debate y la convivencia entre menores de diferentes municipios, reforzando su papel como agentes activos en la sociedad y visibilizando su derecho a ser escuchados.
Durante dos jornadas, 25 y 26 de junio, representantes de los consejos locales de infancia y adolescencia de Algarrobo, Alhaurín el Grande, Fuengirola, Málaga y Ronda, junto con el municipio invitado de Aldeamayor de San Martín (Valladolid), participan en dinámicas grupales centradas en la prevención de la violencia en todas sus formas, especialmente en contextos que afectan a la infancia y adolescencia. La programación incluye también actividades lúdicas y culturales para fomentar el compañerismo y fortalecer la red de participación juvenil en la provincia.
Durante el encuentro, se elaborará un manifiesto con las conclusiones del trabajo conjunto, que será presentado el 26 de junio a las 12:30 horas en el auditorio de la Tenencia de Alcaldía de Estación de Cártama. Dicho documento recogerá las propuestas y demandas que serán trasladadas a los responsables de políticas locales y autonómicas. Paralelamente, los técnicos responsables de la participación infantil en los municipios celebran la tercera reunión del Foro Técnico de Infancia y Adolescencia, con el objetivo de compartir experiencias, analizar retos comunes y establecer líneas de acción coordinadas.
Con este encuentro, Cártama refuerza su compromiso con la participación real de la infancia y adolescencia, y la provincia de Málaga continúa avanzando en la consolidación de un modelo de gobernanza inclusivo, en el que la voz de los más jóvenes no solo se escucha, sino que se tiene en cuenta en la toma de decisiones.