El Ayuntamiento de Pizarra continúa dando pasos firmes para asegurar el suministro de agua en el municipio, especialmente en tiempos de sequía. Uno de los puntos estratégicos ha sido el pozo de Riarán, ubicado en la margen izquierda del Río Grande, donde se han llevado a cabo importantes obras de mejora valoradas en cerca de 100.000 euros, según ha informado el alcalde, Félix Lozano.
Este pozo, que resultó afectado por una DANA que ensució la captación y dejó patente la precariedad de sus instalaciones, ha sido objeto de una profunda intervención. La actuación ha incluido la limpieza integral del pozo, la construcción de una caseta técnica, la instalación de red eléctrica, y en breve, la colocación de un vallado perimetral para garantizar la seguridad del entorno.
Hasta ahora, el pozo se alimentaba mediante generadores de combustible, lo que suponía una solución temporal y costosa. La conexión a la red eléctrica permite ya un funcionamiento más eficiente y sostenible.
El pozo de Riarán tiene una función esencial dentro del sistema hídrico de Pizarra: bombear agua hacia otro pozo en el Río Grande, desde donde se distribuye el recurso hacia Pizarra, Zalea y Cerralba. Según detalló el alcalde, esta infraestructura ha sido «fundamental en momentos críticos», especialmente en episodios de escasez hídrica.
La instalación cuenta actualmente con dos bombas de 20 CV, capaces de extraer entre 27 y 30 litros por segundo, asegurando así un flujo constante hacia el sistema de distribución.
El esfuerzo municipal no termina aquí. En los próximos meses, el Ayuntamiento construirá un depósito de 100 metros cúbicos en el otro pozo del Río Grande, que servirá como punto de almacenamiento y distribución hacia el núcleo urbano. Está previsto que estas obras concluyan entre octubre y noviembre de este año, enmarcadas dentro de la estrategia municipal de garantía hídrica.
El alcalde ha reiterado que estas inversiones forman parte de una hoja de ruta planificada para reforzar la resiliencia del sistema de abastecimiento de agua, especialmente en tiempos donde la sequía amenaza la estabilidad de los servicios básicos.
