Cada jueves de Corpus Christi, el municipio malagueño de Yunquera se convierte en un escenario donde lo sagrado, lo artístico y lo popular se funden para dar vida a una de las celebraciones más singulares de Andalucía. Una tradición que no solo se mantiene, sino que florece año tras año, con la misma pasión con la que lo hicieron generaciones pasadas.
Desde el amanecer, el pueblo se transforma. Las calles se llenan de alfombras verdes hechas con helechos, romero y almoradux; los balcones se engalanan con mantones y palmas, y los arcos florales surgen como portales hacia lo divino. Es un espectáculo efímero, construido con esmero por los propios vecinos, que durante horas trabajan para regalar a sus visitantes una experiencia que solo dura un día, pero queda grabada en la memoria para siempre.
Los altares tradicionales (un total de 14 distribuidos a lo largo del recorrido procesional) se convierten en pequeñas obras de arte devocional, donde las imágenes sagradas reciben oraciones y pétalos. Especial protagonismo tienen los niños y niñas de Primera Comunión, que participan con la misma ilusión que sus abuelos.
A las 18:00 horas, la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación acoge la solemne Eucaristía. Una hora después, el Santísimo Sacramento procesiona por un recorrido que abarca las principales calles del municipio, acompañado por la Banda Municipal de Música y la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Sacramento. La música, lejos de ser mero acompañamiento, se convierte en alma sonora de la celebración.
El Corpus de Yunquera no es una simple fiesta religiosa. Ha sido reconocida como Fiesta de Singularidad Turística y mantiene con orgullo la tradición litúrgica de celebrarse en jueves, frente a la comodidad del traslado al domingo. Es un acto de fidelidad, de respeto a las raíces y a la esencia de lo que esta celebración significa para los yunqueranos.
Este año, el XV Pregón ha estado a cargo de Mari Carmen Leiva Gil, con cartel realizado por Elena Bermúdez Víquez, y un emotivo concierto inaugural de la Banda Municipal de Música, dando inicio a unas jornadas marcadas por la devoción y la belleza.
Además, el martes 17 de junio se vivió una jornada especial de adoración al Santísimo Sacramento, con repique de campanas, exposición durante todo el día y celebración eucarística por la tarde.
Yunquera invita a detener el reloj y vivir el jueves como nunca. Sus calles, su gente y su fe ofrecen una experiencia que trasciende lo turístico. Es un encuentro con lo eterno a través de lo efímero. Una lección de comunidad, de identidad y de amor por la tradición.