El municipio de Coín celebró ayer la XXVII edición de su ya consolidada Fiesta de la Naranja, declarada de Singularidad Turística Provincial, con una jornada en la que la artesanía, la tradición y, sobre todo, las naranjas, han sido los grandes protagonistas.
El evento, que rinde homenaje a los cítricos de la fértil huerta coineña, congregó a vecinos y visitantes en un ambiente festivo marcado por las raíces agrícolas del municipio. Entre las actividades destacadas, los asistentes pudieron disfrutar de una degustación de zumo natural de naranja recién exprimido y de la popular sopa hervida, plato típico de la comarca, servida en gran formato para el disfrute colectivo.
Los puestos de artesanía local, asociaciones del tejido vecinal y el tradicional concurso hortofrutícola completaron una oferta que ha puesto en valor el producto local y la implicación de la comunidad. La música y el baile tampoco faltaron en esta edición: la Rondalla Huertas Viejas y la Escuela Municipal de Danzas Concejala Maribel Urbaneja ofrecieron actuaciones en directo que llenaron de folclore y arte la Caseta Oficial.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la entrega del Premio Honorífico Naranja 2025, que este año ha reconocido la labor del colectivo de Servicios Operativos Municipales, destacando su dedicación y trabajo constante en el desarrollo de las fiestas y el mantenimiento diario del municipio.
La Fiesta de la Naranja de Coín vuelve a confirmar su relevancia como escaparate cultural y turístico de la comarca del Valle del Guadalhorce, fortaleciendo el orgullo por la tradición agrícola y el compromiso con las raíces que definen la identidad del municipio.